Crisis (de la Teoría) Monetaria [continuación]
escrito por Carlos Bondone
Este artículo es una extensión del escrito en agosto de 2007 para aplicar la TRE (Teoría de la Relatividad Económica) a las inquietudes surgidas de la actual crisis. El mecanismo será tratar los temas centrales que acaparan la atención en esta crisis monetaria, desde la TRE. Los nombres propios que se utilizan son al solo efecto de facilitar el mensaje.
Paradoja del consumo de Bernanke
Antes de asumir como presidente de la FED, el Sr. Bernanke sostuvo que el problema era “exceso de consumo de los norteamericanos y exceso de ahorro del resto del mundo”. Expresión que equivale a: los norteamericanos ahorran poco y el resto del mundo consume poco.
Este análisis está sustentado en el concepto del equilibrio S = I (de los libros vigentes), versus la TRE (teoría del “desequilibrio”), donde i = p y S ? I.
El señor Bernanke actúa en sentido opuesto a su diagnóstico previo al cargo, ya que alienta el consumo en USA; no solo mediante la baja de i y la inyección de “moneda-crédito irregular” a los bancos, sino compartiendo e instando a que el gobierno baje los impuestos. Por otro lado, la baja de i en USA, desalienta a que el resto del mundo ahorre para seguir prestándole a los norteamericanos, que reciben el mensaje de seguir consumiendo ???
Pero seríamos injustos en culpar a Bernanke, ya que simplemente se atiene a lo que dicen, en términos periodísticos, “los manuales de economía”.
El que se haya compenetrado de la TRE (libro o artículos anteriores de esta página), advierte en forma rápida que se agrega leña al fuego, ya que la política norteamericana es la de seguir pidiendo prestado (emitiendo dólares), con el absurdo de pretender pagar menos interés cuando es cada vez más riesgoso como deudor. Pero en el mundo de las finanzas esto no es sorpresa, ya que el “fallido” siempre es el último en enterarse (o aceptar) su situación, siempre son los acreedores los primeros en advertir el riesgo de sus acreencias.
La TRE y la paradoja de Bernanke
Es evidente que la TRE no presenta este tipo de situaciones como paradoja, dado que las circunscribe al terreno financiero: EEUU está excesivamente endeudado, deuda que se compone no sólo de sus títulos públicos, sino esencialmente por la cantidad de crédito irregular (dólares billete) que está circulando por el mundo.
Puesta la crisis monetaria como un sencillo problema financiero, sabemos muy bien que las deudas se cancelan por alguna de estas vías: a) incobrable, total y/o parcialmente, b) refinanciación, y c) desprendiéndose de activos.
Pues una combinación de estas cosas es la que sucede y va a suceder, lamentablemente en forma desprolija (con dolor “social” vía redistribución de la riqueza), que se podría evitar aplicando la TRE.
Los expertos financieros son los que primero advierten esta situación, por eso se desprenden de los dólares (deuda sospechada de incobrable) y los cambian por activos (con preferencia norteamericanos porque “están en oferta”). La incobrabilidad parcial la padecerán todos los tenedores de dólares, para lo cual sería muy bueno ir preparando al pueblo norteamericano diciéndole que son mucho menos ricos de lo que pensaban.
El lector advertirá que esto que expresamos para EEUU, es extensible al mundo en función a que todo el sistema financiero internacional es del tipo “irregular”. Para establecer sistemas financieros regulares es imprescindible admitir el error de las teorías monetarias actuales, que atentan contra el capitalismo al cual dicen servir.
Capitalismo autoritario
Lo que se presenta ante el mundo como una “crisis monetaria”, “crisis de las hipotecas”, “subprime”, etc. en EEUU, no es más que la manifestación del error en la teoría monetaria vigente.
Y esto es tan así de sencillo en cuanto advertimos, por la TRE, que en sistemas financieros irregulares (SFI) es todo un pueblo el que genera “reservas” para poseer una moneda con valor económico, pero el pequeño gran detalle, es que esas reservas de “valor monetario” están bajo la administración y disposición de unos pocos, que “pretenden” ser independientes del poder político. En suma, es incompatible un sistema económico con instituciones que priorizan la libertad individual (con la propiedad privada como su estandarte), con un SFI. Ergo, las llamadas “crisis monetarias” no son más que la manifestación de un volcán que de vez en cuando entra en erupción.
Otras de las manifestaciones totalitarias de los SFI son: “la economía debería crecer tanto por ciento”, hay que “expandirla o contraerla”…, todas expresiones que solamente pueden surgir en mentes bañadas de totalitarismo, ya que cada ser viviente sobre la tierra tiene derecho a elegir, dentro de sus oportunidades de crecimiento.
¿Quién nos puede decir que la economía de un país no debe crecer más del 10 % porque se presentan riesgos inflacionarios? Pues, dentro del marco de la TRE esta cuestión no existe, porque tampoco existe el concepto de inflación, al cual se le puede dar el simple rango de un análisis estadístico para medir groseramente el grado de apropiación de riqueza ajena que hace el Estado y pocos especializados.
La pregunta correcta debería ser ésta, a la luz de la TRE, ¿cuánto más, y en forma equitativa acorde con el principio del mérito, podrían crecer los seres humanos, reemplazando los SFI por regulares?
Los principios de occidente
Como espero haya interpretado el lector, es objetivo de este artículo advertir a los defensores de la libertad que lo que está sucediendo en el mundo “monetario”, no solo que no es nuevo, que no debe tomarse como un fracaso del sistema capitalista, sino sencilla y contundentemente como un fracaso de las teorías monetarias actuales, de corte totalitario, infiltradas dentro de regímenes de libertad individual.
Lo de EEUU y su declinación relativa en el concierto económico de naciones, debe verse como un simple cambio de las participaciones de los subconjuntos dentro del conjunto, cuyo origen está en su autoritario sistema monetario irregular, infiltrado en sus instituciones en pro de la libertad. Podríamos decir que EEUU logró su mayor desarrollo por las virtudes del resto de sus instituciones y está pagando las consecuencias de su sistema monetario.
“La paradoja del intervencionismo”
En los momentos de crisis es donde se cuestionan los llamados “paradigmas”, situación que se debe tratar con extremo cuidado, ya que generalmente se escuchan voces de los que tienen mucha práctica y poco fundamento teórico. Por eso no sorprende escuchar expresiones como las del Sr. George Soros:
“Los fundamentalistas creen que los mercados tienden al equilibrio (no la TRE) y que la mejor manera de satisfacer el interés común es permitiéndoles a los participantes perseguir sus propios intereses. Este es un error conceptual obvio, porque fue la intervención de las autoridades lo que impidió que los mercados financieros colapsaran, no los propios mercados … Existió una asombrosa cadena de abdicación de responsabilidades. Todo lo que podía salir mal salió mal … Cuando quedan a su libre albedrío, los mercados son proclives a extremos de euforia y desesperación …”
Bueno, es claro que la TRE me permite calificar al sustento teórico que subyace detrás de estas expresiones como “la paradoja del intervencionismo” . Solo reiteramos que el origen de “todos los males mencionados”, es precisamente porque nos desenvolvemos dentro de un sistema monetario totalitario, que muy poco tiene que ver con el libre funcionamiento del mercado. La sencilla ley de los grandes números (versión matemática del orden espontáneo austriaco), nos indica que la dispersión del riesgo, no la concentración, es lo que evita estas crisis. En otras palabras, la falta de libertad en el sistema financiero (mercado) es lo que atenta contra el capitalismo. Luego, con estructuras financieras totalitarias, es al “genio lamarckiano de Popper” (la autoridad monetaria) al que se acude para que “arregle lo que descompuso”.
Sr. George Soros, mis teorías también apoyan el “interés común”, solo que me conducen a sugerir otros senderos en pos de lograrlo, no le debo permitir que se arrogue usted solamente esa intención, porque estaríamos frente a “un golpe bajo”.
Por último, el Sr. Soros es una de las mejores corroboraciones de la TRE, ya que es un excelente empresario porque maneja el tema monetario con mentalidad de “financista”, que es el terreno donde la TRE ubica a la moneda en SFI. Podría decirse que las teorías monetarias vigentes vienen como anillo al dedo a sus negocios, máxime por haberles dado un encuadre legal-institucional de alcance mundial. Estimado lector, usted no se equivoca si deduce de este párrafo, que “las teorías vigentes no vinieron a salvar al capitalismo, sino a beneficiar a los expertos en finanzas”.
Desde la TRE no sorprende que los Sres. Paul Samuelson y Paul Krugman adviertan la concentración de riqueza en el sector financiero, solo que también analizan desde la estructura de las teorías vigentes, caso contrario no lo deberían ver como una sorpresa, o por lo menos no deberían culpar a Bernanke y/o Bush. En lugar de apuntar hacia persona alguna, deberían apuntar a las teorías de las que se nutrieron todos por igual.
Teoría y realidad monetaria
Un diagnóstico generalizado es que la crisis se origina como consecuencia de “falta de controles en el manejo de los instrumentos y/o productos financieros”.
Pues, desde la TRE es fácil advertir lo cierto de la expresión “una buena práctica es mejor con una buena teoría”. Porque el problema aquí no está en regular para luego controlar, porque nada más eficiente (barato y eficaz) que cada uno controle sus pertenencias, lo que va de la mano de que lo sencillo es amigo del éxito.
Una buena síntesis del mal diagnóstico que surge de analizar la crisis monetaria actual con las teorías vigentes, son expresiones como:
- Las burbujas inmobiliarias: que desde la TRE no es más que apropiarse de la riqueza ajena montado en un sistema financiero instrumentado en torno a teorías equivocadas. La burbuja es un pingüe negocio para los que conocen las debilidades de la “ley de las finanzas irregulares”.
- El surgimiento de productos o instrumentos financieros, sin control y sujetos al libre albedrío … a los que se sumaron los bancos y las calificadoras de riesgo … Bueno, esto es lo que surge en SFI. No se sorprenda que terminen “unos pocos condenados legalmente” (pero muchos dolidos), ya que la ley, amparada en la teorías vigentes, los exime de culpas. Es fácil ser abogado defensor de los que “originaron todo esto”, al amparo del conocimiento aceptado con rigor científico.
- Sube el oro: desde la TRE, en el año 2004, ya era evidente que el ser humano estaba destruyendo uno de sus mejores logros, el de haber llegado al estadio en que se usara como moneda un crédito y no el dinero (bien económico presente). Lamentablemente la condición de irregular de ese crédito usado como moneda, ocasionaría que se observara nuevamente al dinero (oro, plata) como moneda, en lugar del crédito. En otras palabras, un sistema monetario irregular no es un estadío mejor para el progreso humano. Aceptado esto, el camino es volver al estadio monetario anterior, el del dinero o reemplazar al crédito irregular por crédito regular; cualquiera de las dos opciones entra en lo que la TRE da en llamar “SISTEMA MONETARIO REGULAR” .
- Endeudamiento y reservas de los países subdesarrollados: en el año 2004 (fecha en la que desarrollé la TRE) destaqué que el mejor camino para los países endeudados, y los subdesarrollados especialmente, era adoptar la libertad de mercados, convertir todas sus deudas a dólares y establecer un sistema financiero regular. Pues, por eso no asombra que los países que hayan hecho “algo” de eso, se han beneficiado.
Inflación versus desempleo
Que si aumentamos i bajamos p, que si bajamos i aumenta p, que la opción es buscar el crecimiento sin inflación, que podemos entrar en stagflation… Todas categorías erróneas (como la ley de Gresham, que no es más que una versión innecesaria de las sencillas leyes de oferta y demanda) en función a la TRE, ya que reiteramos una vez más:
a) No existe algo así como la “desocupación”: un bien económico o es bien económico o no lo es (ley de Say sencilla y a pleno). Este término lo necesita la teoría keynesiana para que su modelo tenga la misma cantidad de ecuaciones que incógnitas y poder lograr “la solución del equilibrio”, que por no existir no es necesario buscarla.
b) Igualar, equilibrar, controlar, p e i: muestra la inconsistencia total de las teorías en las que se sustenta dicho accionar, dado que por la TRE sabemos que en SFI p e i son una misma entidad, luego i = p por axioma.
c) Contraer el crédito por el peligro inflacionario: es otra forma de admitir el error de las teorías monetarias y macroeconómicas actuales, dado que el crédito ha sido, es y seguirá siendo un emblema de un estadio superior en el desarrollo económico de la humanidad, atentar contra el crédito es como pretender regresar a la edad de piedra. Bien podemos llamar a esto “la paradoja del crédito”.
Precio del dólar, euro, yen, yuan, ..
Si aceptamos el concepto de que el tipo de cambio es el precio de una moneda en términos de otra, es fácil concluir que en SFI, donde todas las transacciones internacionales “están obligadas a pasar por la administración (las reservas monetarias) del Estado”, es evidente que aquí tampoco funcionan los mercados, motivo por el cual es también muy desacertado culpar al mercado de las crisis en los tipos de cambio.
Como nos dice la TRE: la balanza de pago es una simple cuenta corriente desvirtuada por sistemas monetarios irregulares, que tienen como única razón de ser la intervención del Estado.
Palabras finales
Es incompatible un sistema económico sustentado en la libertad, con Sistemas Financieros Irregulares, las llamadas “crisis monetarias” o “ciclos monetarios-económicos”, no son más que la manifestación de esa incompatibilidad. El ciclo austriaco podría constituir un enfoque parcial de la TRE.
La TRE nos advierte del error de pensar que el capitalismo no sirve, que está en crisis. Todo lo contrario, la reflexión debería ser: qué poderosa herramienta es el capitalismo para superar los males humanos, que hasta sobrevive con sistemas monetarios totalitarios. Esto es sumamente importante a la luz de los “nuevos fondos de inversión” surgidos por el manejo de las reservas monetarias de un país, lo que convalida la apropiación de riqueza ajena en los SFI, acompañado en estas circunstancias por una fenomenal “concentración”, algo así como el “veneno concentrado, en manos de un tirano”. Advertirá el lector que lo que se da en llamar política fiscal puede ser un insignificante jugador en comparación con la “política monetaria”, en cuanto a atentar contra la libertad.
Buenos Aires, febrero de 2008.
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