CRISIS y CICLOS – TEORÍA

CRISIS y CICLOS – TEORÍA

Nuevo enfoque de la TTE

Escrito por
Carlos A. Bondone

La “síntesis del pensamiento económico”, provista por la Teoría del Tiempo Económico (TTE), nos permite presentar este nuevo y sencillo enfoque sobre lo que debemos entender por ciclos económicos – especialmente los derivados de las crisis monetarias-financieras −, y desde allí poder evitar errores históricos tipo Bretton Woods, como se está proponiendo.

Origen de la moneda y el crédito bancario (en la TTE)

Atento a la TTE, sabemos que el papel moneda (PM) y el “billete de banco” (BB) − surgido del sistema fraccionario − son créditos que reciben respectivamente el Estado y el sistema bancario del mercado, ya que es éste quien aporta los bienes económicos presentes para que ambos créditos se configuren.
No es poco reiterar la enorme distancia con el enfoque de las teorías vigentes, que sostienen que el origen del crédito es el estado (PM) y el sistema fraccionario (BB). Desde este infortunio teórico se les asigna erróneamente a dichas instituciones la “facultad de expandir o contraer” el crédito, así como “fijar la tasa de interés”, etc.

Factores de producción (en la TTE)

La TTE nos presenta una síntesis del pensamiento económico que nace con los interrogantes “clásicos”: ¿cuáles son, y cómo se remuneran, los factores de producción? La respuesta que ofrece la TTE es la siguiente: Trabajo (salario) – Capital (renta) – Tiempo Económico (interés).

Teoría de los ciclos económicos (en la TTE)

Podemos decir que los ciclos económicos de una economía significan “expansión” y “contracción” de la producción de bienes económicos. Este concepto comprende tanto el caso de una empresa (micro) como el de un conjunto de ellas (macro), llegando a comprender a un país o conjunto de ellos, hasta referir a la economía mundial.
El mayor y/o mejor uso de los factores de producción deriva en lo que se llama “expansión económica” y, su inversa, el menor y/o peor uso de los mismos implica “contracción económica”.
Esta sencilla síntesis del pensamiento económico, que nos presenta la TTE, nos permite comprender con mayor facilidad los procesos históricos de expansión y contracción económica de los diferentes centros de “riqueza” y “pobreza”, así como el origen y decadencia de las potencias a través de la historia.

¿Qué pasó hasta esta crisis?

Atento a lo precedente, la TTE nos dice que el crecimiento económico de unos países (desarrollados) por sobre otros (“emergentes”) es consecuencia del mayor/mejor uso de los factores de producción.
A nadie escapa que el mejor uso del trabajo y capital estuvo del lado de los países que adoptaron lo que se da en llamar capitalismo, léase por tal la pre-eminencia del individuo por sobre el Estado, que incentivó la competencia por lograr trabajo y capital más calificado.

Pero el “tercer factor”, el tiempo económico, también influyó en el crecimiento de los países desarrollados. Esos países expandieron su PM y BB por todo el planeta tierra, lo cual les permitió contar con flujo creciente de crédito. En otras palabras, el mundo desarrollado asistió a la “expansión” del uso del tiempo económico, vía crédito recibido al intercambiar ese PM y BB por ellos emitidos, por bienes económicos presentes del mercado.

Así, la TTE nos presenta una sencilla explicación sobre los fundamentos que explican el mayor desarrollo alcanzado por los países ricos, que no es más que el mejor uso de los tres factores de producción, de los cuales las teorías vigentes nos han explicado los dos primeros, y no han desarrollado teoría sustentable sobre el tercer factor de producción, el tiempo económico, ya que ni siquiera se lo identificó como tal – confusamente se lo trató “dentro” de las entidades bien económico o precio, así como carente de alguna de esas dos entidades, o participando de ambas.

¿Qué pasará a partir de esta crisis?

Atento a este nuevo enfoque de los ciclos económicos − que emerge de la síntesis del pensamiento económico que propone la TTE – se sugieren estos cursos de acción ante la presente crisis:

• Países desarrollados:

1) No deben contar con que el tercer factor de producción (tiempo económico, vía el crédito obtenido porque el mercado aceptó sus PM y BB) sea tan determinante como lo fue hasta el presente.
2) Deberían profundizar el capitalismo, en lugar de abandonarlo bajo la “equivocada” teoría de que el capitalismo es la causa de la crisis actual, en lugar de asignarlo al sistema monetario-financiero totalitario que denuncia la TTE.
3) Regularizar en forma simultánea sus sistemas monetarios-financieros, como se sugiere en “Capitalismo y Moneda”, estableciendo simultáneamente − en un “día de la libertad financiera” (DLF): monedas regulares; refinanciar las deudas del Estado; y que el sistema financiero haga lo mismo con el endeudamiento que posee con el mercado, sin intervención estatal alguna, cada banco con sus clientes.
Sugerencia en pocas palabras: despojarse de los sistemas monetarios-financieros totalitarios (irregulares) y profundizar la esencia del capitalismo, la libertad. Si logran este doble desafío estarán en condiciones de superar el inevitable camino de una productividad-rentabilidad marginal “relativamente” inferior a la de los países que comienzan a instrumentar el capitalismo, máxime si estos últimos optan por sistemas monetarios-financieros regulares.

• Países subdesarrollados:

1) Si optan por el sistema capitalista estarán en condiciones de beneficiarse con una productividad-rentabilidad marginal “relativamente” superior a la de los países ya desarrollados, máxime si estos últimos no optan por sistemas monetarios-financieros regulares.
2) Ahora serán ellos los que podrán pensar en usar el tercer factor de producción, el tiempo económico, vía el crédito que recibirán, en virtud de que sus sistemas monetario-financieros tienen menor desarrollo, es decir, no poseían crédito del mercado.
3) Sugerencia en pocas palabras: evitar “copiar bien” lo malo (sistemas monetario-financieros irregulares) de los países desarrollados, y de “copiar mal” lo bueno (capitalismo “puro”).

• Sugerencia general:

Surge como síntesis sencilla que el camino más adecuado es adoptar capitalismo y sistemas monetarios-financieros regulares, a diferencia de los totalitarios que obstaculizan un capitalismo pleno. Receta válida para desarrollados y subdesarrollados.
Se muestra nuevamente que el sistema monetario-financiero vigente, surgido a la luz de las teorías actuales, es un ícono del “anti-capitalismo”, no del capitalismo como erróneamente se lo presenta.

¿CONJETURA PLAUSIBLE?

Pareciera que, conforme se desenvuelve la crisis monetaria-financiera actual, es cada vez más acertada la especie de “interrogante-profecía” que hicimos en el capítulo VII del libro “Capitalismo y Moneda”, sobre el destino inevitable del sistema monetario-financiero internacional. Del referido libro es conveniente destacar aquí dos reflexiones:

  1. El camino de incertidumbre económica NO VA A CESAR (como lo hemos apuntado reiteradamente desde hace varios años) en tanto se persista en sistemas monetarios-financieros totalitarios (irregulares). Ello se deriva de su incompatibilidad con los fundamentos del capitalismo (libertad).
  2. En el referido libro sugeríamos no pensar en recetas surgidas de las teorías vigentes, tipo Bretton Woods, sino direccionar los esfuerzos en pos de un sistema monetario-financiero regular internacional, que permitiría la adecuada combinación de los tres factores de producción: trabajo, capital y tiempo económico, configurando un adecuado marco capitalista con sistema monetario-financiero regular.

SÍNTESIS CONCEPTUAL: el mix incompatible de capitalismo con sistemas monetarios financieros totalitarios (irregulares) garantiza incertidumbre económica (ciclos) y conflictos sociales; capitalismo y sistema monetario-financiero regular garantiza desarrollo y paz social; y anti-capitalismo garantiza pobreza.

Buenos Aires, diciembre de 2010.