Teoría Económica Subjetiva Solidaria (TESS) – Edición mejorada y ampliada

Teoría Económica Subjetiva Solidaria (TESS) – Edición mejorada y ampliada

Edición impresa disponible próximamente

El poder del abogado se encuentra

en la incertidumbre de la ley.

Jeremy Bentham

Las instituciones económicas inconsistentes

emergen de la incertidumbre de la teoría económica.

Carlos A. Bondone

“Si nuestra época ha saludado con tan general y placentero reconocimiento los progresos realizados en el ámbito de las ciencias naturales, mientras que nuestra ciencia goza de tan escasa estima, precisamente en aquellos mismos círculos para los que debería ser el fundamento de su actividad práctica, y se supone tantas veces en duda su valor, la razón de ellos es patente para quien juzgue las cosas con imparcialidad. Nunca ha habido ningún otro tiempo que haya concedido tanta importancia a los intereses económicos como el nuestro, nunca se sintió tan profunda necesidad de un fundamento científico para las actividades económicas ni nunca fue tampoco mayor la capacidad de los hombres prácticos para sacar consecuencias útiles de las conquistas científicas en todos los ámbitos de la creatividad humana. No puede pues, atribuirse a ligereza o a incapacidad de estos hombres prácticos el hecho de que, despreocupándose de los avances hasta ahora conseguidos por nuestra ciencia, tomen consejo, para guiar su actividad económica, únicamente de sus propias experiencias… La razón de una tan desconcertante indiferencia no debe buscarse en otra parte, sino en el estado actual de nuestra ciencia, en la infructuosidad de los esfuerzos hasta ahora emprendidos por cimentar las bases empíricas de la misma.

Está, pues, plenamente justificada toda nueva tentativa en esta dirección, aunque se acometa con débiles fuerzas. Investigar los fundamentos de nuestra ciencia significa consagrar los esfuerzos a la solución de un problema estrechamente relacionado con el bienestar de los hombres, ponerse al servicio de un interés público de la máxima importancia, avanzar por un sendero en el que merece la pena incluso cometer errores.

… tampoco es lícito retroceder ante la tarea de llevar a cabo, con plena independencia de juicio, la crítica de nuestros predecesores, incluidas las afirmaciones doctrinales que hasta ahora han venido siendo consideradas sólidas e indiscutibles conquistas de nuestra ciencia… perderíamos ya de antemano toda esperanza de conseguir una profunda reforma de los cimientos de nuestra ciencia. Evitaremos ambos peligros si hacemos nuestras las opiniones de nuestros predecesores, pero sin renunciar nunca a someterlas a comprobación y a contrastar las opiniones doctrinales con la experiencia y las ideas de los hombres con la naturaleza de las cosas

Este es el suelo que pisamos. Nos hemos esforzado por reducir los más complicados fenómenos de la economía humana a sus elementos más simples, accesibles a la segura observación, por dar a estos últimos la importancia que les corresponden por su propia naturaleza y, una vez esto bien establecido, por analizar la evolución normal, según unas reglas, de las más complejas manifestaciones económicas a partir de sus factores constitutivos...

La economía política teórica no se ocupa de propuestas prácticas en orden a las actividades comerciales, sino de las condiciones bajo las cuales desarrollan los hombres su actividad previsora en orden a la satisfacción de sus necesidades.

La economía política teórica mantiene respecto de la actividad práctica de los agentes económicos la misma exacta relación que la química respecto del químico práctico. Ciertamente la alusión a la libertad de la voluntad humana puede aducirse como argumento en contra de la plena regularidad de las acciones económicas, pero nunca, en cuanto tal, contra la regularidad de fenómenos totalmente independientes de la voluntad humana, que son los que condicionan el éxito de la actividad económica de los hombres. Y son precisamente estos últimos el objeto de nuestra ciencia

Particular atención hemos prestado a la investigación de la conexión causal entre los fenómenos económicos de los productos y los correspondientes elementos de producción… Es precisamente en este ámbito de nuestra ciencia donde más claramente surge a la luz la regularidad de los fenómenos de la vida económica…”

Lo precedente es parte del prólogo de Carl Menger en sus Principios de Economía Política, con cursiva mía sobre texto original, prólogo que hago propio: por la contemporaneidad del malestar de la ciencia que destacaba Menger, y por su popperiana epistemología, que comparto. También haré propia la introducción de Jevons en La teoría de la economía política.

No deja de ser una satisfacción compartir, con autores de semejante talla, la idea central que debe orientar las investigaciones sobre teoría económica:

Identificar y comprender las leyes naturales que orientan la conducta humana para mejor lidiar con las entidades económicas, en un marco de corroboración y sencillezA partir de ellas podremos identificar el germen que anida en toda acción-institución humana que atenta contra el orden natural de la condición humana.

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